El MT es un momento adecuado para unos experimentos sencillos. Naturalmente, el cielo debe estar raso, pues vamos a usar la radiación directa del Sol; para esto es más conveniente el primer MT, dado que entre mayo y julio (digamos, para la Cd. De México) el tiempo de aguas avanza y es más probable que este nublado en el segundo MT. Lo primero es ver que el Sol esta efectivamente en el cenit; o sea que calculaste correctamente el MT de tu lugar. Lo obvio es ponerse de pie (en firmes-militar) y notar que no hacemos sombra en el piso. También podemos verificar esto en el suelo horizontal (comprobado con un nivel de albañil), parando un objeto alto y angosto, como una botella. Más técnico es poner (o buscar uno en la calle) un poste (es más vistoso uno alto) bien vertical (checado con una plomada). Por supuesto, cualquier edificio (con paredes verticales) tampoco hace sombra por ningún costado.
Al contrario, es característica de las ciudades de rascacielos, digamos Nueva York o Chicago, que el Sol no llega a la calle; pero más importante es que estas urbes están lejos de los trópicos y, por lo tanto, el Sol también está lejos del cenit. Para estas ciudades septentrionales, solo si la calle está orientada norte-sur y cuando el Sol se le alinea desde el sur, entran sus rayos.
La carrera del Sol da lugar también al hecho bien conocido de que (en el hemisferio norte) las fachadas o ventanas orientadas al sur son las que reciben o les entra más Sol; y más allá del trópico esta característica no es preferente, sino excluyente: a las fachadas o ventanas que dan al norte nunca les llegan sus rayos.