Un grupo de ciegos escuchó que un extraño animal, llamado elefante, había sido traído al pueblo, pero ninguno de ellos sabía cómo era, así que fueron a conocerlo al tacto, su sentido más agudo. El primero, cuya mano se posó en la trompa, dijo: Es como una serpiente gruesa. Para otro cuya mano inspeccionó la oreja, dijo: No, más bien parece una especie de abanico. El que estaba cerca de una pata dijo: Para nada, el elefante es un pilar como el tronco de un árbol.

Para comprender nuestro mundo, no basta con teorías matemáticas y físicas, es necesaria la observación. Hace dos mil trescientos años, los griegos sabían que la Tierra era redonda y tenían una estimación no muy errada de sus dimensiones. De hecho la misma persona que la midió, Eratóstenes, también compiló el que posiblemente fue el primer mapamundi, con base en las costas de lo que fue el extenso y efímero imperio de Alejandro Magno.

En el siglo XIX el mundo de la imagen cambió con la invención de la fotografía. De pronto se contaba con un medio que no dependia de la interpretación de un artesano para la representación de una escena. Las primeras imágenes desde una pespectiva cenital, desde arriba, se tomaron con cámaras fotográficas en globos aerostáticos. Con las tecnologías del siglo XX llegó la fotografía aérea y a mediados del siglo, un invento que revolucionó por completo la forma como vemos nuestro mundo.

Siglos después, los viajes de exploración contribuyeron a llenar los huecos para completar una imagen razonable de nuestro mundo. Pero no fue sino hasta muy reciente que se ha podido completar una mejor imagen para entender nuestro mundo.

¿Cómo podemos ver más allá de donde estamos parados? Mientras más alto nos paremos, el horizonte se ampliará y veremos más lejos. ¿Cómo subir más alto y ver más allá?

La mejor manera de poner nuestros ojos en los lugares más convenientes para observar y entender nuestro mundo es con la ayuda de la percepción remota y la combinación de otras tecnologías relativamente recientes, como los satélites artificiales, las computadoras y los sistemas de comunicación global.

En este artículo veremos los antecedentes de los satélites artificiales, explicaré la manera de ponerlos en órbita aprovechando la fuerza de gravedad, los productos que se pueden generar y su importancia para el conocimiento actual de nuestro planeta y la prevención de desastres. Veremos algunos ejemplos prácticos y específicos de aplicaciones de la percepción remota. Se trata de una introducción somera al fascinante mundo de la percepción remota y la manera en que ha transformado nuestro entendimiento del planeta que habitamos, la Tierra.